Los principales atractivos de la ciudad y la villa balnearia de Mar del Sud tuvieron una alta convocatoria. “En líneas generales estamos conformes con la nueva prueba piloto, decidimos hacer controles aleatorios de tránsito para no generar embotellamientos”, dijo a LA CAPITAL, el intendente, Sebastián Iannatuony.
MIRAMAR (Corresponsal).- El buen clima de los últimos días hizo que Miramar mostrara un turismo incesante este fin de semana extra largo, ayudado por la liberación de los controles estrictos de tránsito en los accesos, que en esta oportunidad se llevaron a cabo sin tantas exigencias.
Eso produjo que la ciudad tuviera una imagen prácticamente estival, con público llegado especialmente desde Capital Federal, provincia de Buenos Aires y distritos aledaños.
Uno de los objetivos del municipio estaba centrado en medir los resultados de una segunda prueba piloto de cara a la temporada alta, con la implementación de distintas medidas y protocolos de seguridad para observar el comportamiento de la gente relacionado con el distanciamiento social.
“Aún no tenemos las estadísticas oficiales de la aplicación Cuidar, pero vino una gran cantidad de turistas y eso se observó en los distintos atractivos de Miramar, como las playas, el vivero, la peatonal, el vivero dunícola y también Mar del Sud”, expresó a LA CAPITAL, el intendente, Sebastián Ianantuony.
No obstante, el jefe comunal reconoció que la utilización de tapabocas es una de las cuestiones donde se tiene que reforzar el control por parte de los inspectores Covid-19. “Se vio gente que no lo usaba especialmente en la peatonal, algo que debemos corregir y mejorar. En los accesos decidimos hacer los controles de manera aleatoria para evitar concentraciones largas y molestias”, dijo.
“Es menos estricto de lo que realizamos a lo largo de la pandemia, pero vamos a mantener la presencia en las rutas. En líneas generales los protocolos se llevaron adelante de buena manera con presencia de los agentes de prevención para remarcar lo que no se está haciendo bien. De todas maneras, fue bastante exitosa la prueba piloto y ya nos pone de cara a la temporada”, agregó Ianantuony.
Coordinación gastronómica
Una de las cuestiones donde más se trabajó arduamente es la peatonal 9 de julio para organizar la actividad comercial, en especial la gastronómica, manteniendo el distanciamiento y con la colocación de mesas sobre la calle, alentando la circulación de personas por ambas veredas.
“Teniendo en cuenta la primera experiencia, en esta oportunidad fuimos ajustando el tema del aforo a los distintos locales. Algunos ya estaban activos e hicieron modificaciones y otros abrieron recién este fin de semana. Se incorporaron más mesas, poniendo mamparas para achicar espacios. En las transversales que se cerraron junto a la calle principal tuvimos que hacer algunos ajustes para aprovechar mejor el lugar”, indicó a este diario, Hernán López, coordinador del Protocolo Covid-19 en la peatonal.
Otra de las tareas fue ir advirtiendo a los comerciantes hacia dónde orientar las filas si tienen gente en espera dentro o fuera de los establecimientos. También se coordinó junto al cuartel de bomberos las acciones a llevar a cabo si en determinado momento la autobomba tiene que ingresar y ubicarse en la calle 21 o alguna transversal, liberando las esquinas.
“Las expectativas son buenas, los comerciantes trabajaron bien, aunque después de esta nueva prueba nos reuniremos para seguir ajustando detalles y prepararnos de la mejor manera posible hacia el verano”, concluyó el funcionario.